Los problemas gritan, las soluciones susurran
- Mercedes Romero
- 4 may 2021
- 9 Min. de lectura
Actualizado: 31 jul 2021
En un recorrido por la distintas latitudes del periodismo, me encontré con una disciplina, que a mi parecer, no se le da la importancia que debería tener; debido a su gran abordaje en la sociedad y su precisa forma de trabajar la información; detallando sus aspectos positivos y negativos, dando grandes coberturas basadas en la evidencia acerca de respuestas a problemáticas sociales. Esta especialidad es conocida como Periodismo de Soluciones.
By Mercedes Romero

Para aquellos que no tienen conocimiento alguno acerca de esta rama del periodismo, se trata de la cobertura rigurosa basada en evidencia, que busca dar soluciones a problemas sociales estructurales. Analiza cuáles son esas respuestas, quién lo aplica mejor, para que toda una comunidad pueda hacer un diálogo constructivo. Este, busca dar una “nueva” perspectiva, con el fin de compartir ideas y lecciones.
El periodismo de soluciones es una técnica que es aplicable a cualquier tema y se puede desarrollar en cualquier plataforma. Es una técnica muy flexible. El brindar periodismo de soluciones, ofrece a las audiencias una alternativa para engancharse de manera diferente con la noticia.
Es un periodismo sistémico, que busca dar una nueva forma de entender los desafíos que están enraizados en nuestras comunidades. Dentro del mismo, nos encontramos con que hay cuatro atributos: 1) es la nota sobre la respuesta, 2) ofrece evidencia de resultados 3), detalla las limitaciones y 4), ofrece la perspectiva de cuál fue la lección que se aprendió aquí.
Siendo más metódicos, es un periodismo que se detiene en los detalles y el proceso para explicar por qué funciona algo. Se trata de una forma de abordar el periodismo que hace hincapié en las soluciones sin inclinarse por una sola solución, sino que pretende encontrar otras que sean complementarias, pues las narrativas se enfocan en la evidencia. No oculta las limitaciones, incógnitas y proyectos.
En esta disciplina hay que explicar cuál es el problema y la solución, y el periodismo de soluciones, antes que generarlos, busca entender. Es cuestionador como todo periodismo. No compra una respuesta sin refutar, es más abierto. No busca tener la última palabra sino que su fin es habilitar nuevas conversaciones en más audiencias.
Adentrándonos cada vez más en este tipo de periodismo, nos encontramos con que no solo se trata de observar un problema sino también con descubrir formas de verlo y analizarlo para poder resolverlo.
Para el periodista Chani Guyot, fundador de Red/Acción, uno de los medios argentinos basados en el periodismo de Soluciones: “el periodismo de soluciones mira los detalles, ya que no alcanza con una mirada panorámica. Presenta evidencia de los resultados, pues no alcanza con las intenciones. Muestra personajes e historias de vida, pero muestra la solución como el eje central. Enfatiza las ideas frescas e innovadoras, pero no cuantifica”.
Se orienta a mirar cambios sistémicos, a investigar el cómo. Llevarlo hacia una etapa más positiva.
Intentando investigar un poco más sobre esta pequeña parte del periodismo, nos encontramos con que el problema más frecuente para los profesionales es qué, es más difícil llevar a cabo una investigación si el conflicto sólo afecta a un sitio y se ve reflejado allí; es necesario que el mismo repercuta en diversos lugares para así poder obtener más información que valga la pena cubrirlas.
Cuando analizamos noticias, casi todas pueden ser tratadas desde un enfoque de periodismo de soluciones. Solo es necesario cambiar la narrativa: mirar la solución en vez del problema.
El periodismo de soluciones lo que hace es completar el trabajo que realizan los periodistas, se trata de lograr un balance. Si bien los medios informan de buena manera, el periodismo de soluciones otorga otro enfoque a la historia. Hay que investigar profundamente para averiguar qué está funcionando, como está funcionando y por qué está funcionando.
Las 5 w son las preguntas por excelencia que se desarrollan en el periodismo, pero dentro del periodismo de soluciones se presentan otras preguntas para lograr un buen producto final. La pregunta principal que este plantea es “¿Quién lo está haciendo mejor?", ¿Qué ciudad?, ¿Qué región?, han tenido iniciativas que han sido una buena respuesta a nuestra problemática. El segundo paso es estudiar el cómo lo hicieron. No es solamente decir “resolvimos un problema”, sino explicar el porqué, “la telenovela del asunto”. No se busca dar el resultado final solamente, lo que interesa es el proceso, como se cambió esto.
Durante todo este proceso también se presentan otras, como ¿Cuáles son las limitaciones de esta respuesta?, ¿en qué instancia funcionan y en cuáles no?, ¿Qué dicen los críticos?, ¿es reproducible en otros lugares?, ¿Se puede ampliar o beneficia a un grupo reducido?.
En otras palabras, no es solo salir a investigar una historia, sino descubrir el impacto que tiene en la sociedad. Si nadie habla de las soluciones, es poco probable qué alguien se moleste en arreglarlo.
El periodismo de soluciones es algo que tendría que haber estado desde los inicios del periodismo, para así evitar la propagación de fake news y la confusión a la hora de informar.
Una de las preguntas más frecuentes que suelen presentarse a la hora de desarrollar esta rama, es:
¿Cómo saber si es periodismo de soluciones?; ante esta dificultad se presentan 5 ejes fundamentales:
Enfocar profundamente la respuesta a un problema social vigente.
Investigar en detalle cómo funciona una respuesta.
Enfocar la efectividad y no las buenas intenciones, presentado las pruebas que haya disponible de los resultados obtenidos.
No solo ofrece inspiración, sino también conocimiento que otras personas pueden utilizar.
Analizar qué aspectos del enfoque no funcionan.
A estos ejes, Linda Shaw, directora editorial de la Red de Periodismo de Soluciones los sintetiza en 3 y destaca:
Céntrate en profundidad en una respuesta específica a un problema social.
Explora cómo se implementa la respuesta y cómo funciona.
Examina la evidencia, tanto cualitativa como cuantitativa, de lo que se sabe hasta ahora sobre la efectividad de la respuesta.
Aquí, los periodistas deben aplicar un estándar riguroso para profundizar en las soluciones que se implementan y en la gran cantidad de problemas asociados con esos esfuerzos. Para Shaw, esto significa que el trabajo del reportero debe dejar claro lo que sabemos y lo que no sabemos, y debe dar seguimiento a cualquier cambio a medida que se desarrolle la situación.
A la hora de identificar cuando se está realizando un buen periodismo de soluciones, hay que tener en cuenta y dar ejemplo de lo que no es. Hay hábitos en los que uno suele caer por el entrenamiento tradicional que tenemos los periodistas. Las siguientes características son un claro ejemplo de lo que no se debe hacer en el periodismo de soluciones, es decir, no forman parte de él:
Adoración del héroe: son historias en la que se honra o glorifica a una persona. En lugar de hablar de los méritos del enfoque qué una persona promueve, se ejemplifica.
Solución milagrosa: se puede ver en las secciones de tecnología e innovación. Son historias que describen nuevos artefactos, refiriéndose a ellos de una manera muy elogiosa. Como por ejemplo, un salvavidas.
El favor a un amigo: la unica voz que predomina es aquella que se está escribiendo.
El laboratorio de ideas: se refiere a un periodismo que propone cosas que aún no existen.
El activista instantáneo: en estas historias está presente un pedido emocional y luego solicita un “apoyo”, para poder “resolver” cierto problema.
La acotación: las soluciones no son consideradas realmente con seriedad, sino que pasa a ser un adorno con intentos de solución.
El periodismo reconfortante: cuenta al espectador que en el mundo hay buena gente haciendo cosas lindas, pero no habla de las cuestiones estructurales que este aborda.
Es normal encontrar desafíos en cualquier etapa del desarrollo de una noticia. Esto depende del tema que se esté analizando ya que a la hora de investigar un problema nos encontramos con que hay unos que son más fáciles que otros, es decir, existen temas en los que la información se da dentro de un contexto accesible mientras que otros son temas “más duros de roer”. Por ejemplo, para investigar un caso de desnutrición infantil, se puede utilizar el periodismo de datos. Pero, en casos de crímenes tales como tráfico humano, resulta más complejo dar un contexto bien definido. Sin embargo, sin importar la gravedad de un hecho, la técnica que utiliza un buen periodista de soluciones debe ser la misma en ambos casos, por ende el resultado debería ser el mismo, es decir, poder ofrecer algo más allá que la descripción del problema.
Para Liza Gross, periodista de la red de periodismo de soluciones (SJN- Solutions Journalism Network), existen tres requisitos que un periodista debe cumplir para que el material que genere se considere como periodismo de soluciones.
En primer lugar, hay que ofrecer evidencia, es decir, no simplemente ofrecer una respuesta teórica sino que cubrir todo los resultados. Es tener en cuenta que el periodismo de soluciones es sensacionalista, no exagera, no ofrece la solución como la panacea, la respuesta que se presenta debe detallar todas las implicaciones con las que cuenta: limitaciones, causas y consecuencias, posibles obstáculos, etc. En definitiva se trata de un periodismo que es más realista, más humano.
En síntesis, el periodismo de soluciones se basa en: que obstáculos se presentaron, como se resolvieron y como se llega al final.
Es importante utilizarlo ya que usa la teoría de cambio que predomina dentro del periodismo. Esta plantea que exponer los problemas sociales incentiva el cambio dentro de la comunidad. Los periodistas actúan como informantes, teniendo como principal tarea exponer las malas acciones. Además de eso, realizan roles secundarios.
Es cada vez más evidente que los periodistas deben conocer los aspectos negativos, para que las audiencias respondan y busquen un cambio. Nos encontramos en un mundo en donde los problemas pasan a ser más complejos y se transforman rápidamente; la gente tiene que tener en cuenta los ejemplos fiables de respuestas a los problemas para erguir una sociedad mejor.
Aquí, el periodismo debe hacer a un lado su rol tradicional, para hacer foco en las respuestas adaptables a los males sociales más establecidos.
Creemos que el periodismo de soluciones hace al periodismo actual más preciso y completo. El periodismo que no cubre las respuestas a los problemas sociales ofrece una visión parcial e imprecisa de la realidad, que puede dañar a la sociedad. Al resaltar cotidianamente los problemas e ignorar las respuestas, los periodistas transmiten la falsa sensación de que la gente no intenta solucionar las cosas o que no saben cómo hacerlo.
El periodismo de soluciones hace que el lector se involucre más. Las historias de soluciones están organizadas como una novela de misterio en orden inverso, parecida a lo que ocurre en series de televisión como CSI o Dr House: alguien obtuvo resultados que son de interés periodístico. ¿Qué fue lo que hizo? ¿Qué fue lo que otros no hicieron? Si está bien implementado, este enfoque narrativo puede captar y mantener el interés de los lectores. Es más probable que las historias de soluciones sean compartidas en las redes sociales. En parte, esto se debe a que pueden hacer que los oyentes se sientan poderosos ya que es menos probable que pierdan el interés con respecto a los problemas.
El periodismo de soluciones puede tener un alto impacto ya que al mostrar cómo diferentes instituciones abordan los problemas, este puede promover el debate público, que pueden generar conversaciones más constructivas y menos divisivas.
Las personas no cambian simplemente porque alguien les señala sus problemas, necesitan modelos de cambio y lo mismo sucede con las sociedades.
Ejemplos de buen periodismo de soluciones:
Rhiannon Meyers escribió, durante un año, una serie de artículos llamada “El costo de la diabetes” (Cost of Diabetes) para el periódico Caller-Times de Corpus Christi, Texas. Si bien el condado de Corpus Christi tiene la tasa de amputaciones más alta de los Estados Unidos, durante mucho tiempo esa enfermedad fue ignorada y ocultada. La serie incluía tres historias orientadas a soluciones acerca de comunidades en otras partes del país que habían abordado el cuidado de la diabetes de manera más exitosa. Meyers dijo: “Las historias de soluciones […] fueron probablemente las más comentadas y las más controvertidas, en parte, creo, porque herían la susceptibilidad de las personas que aportan a la economía de esta comunidad […] [Esas] fueron probablemente las historias más jugosas de la serie. Y esas fueron las que aquí generaron más debate sobre lo que podemos hacer de otra manera y lo que en este momento no estamos haciendo”.
Si se muestra que algo funciona en un lugar, se eliminan las excusas para no actuar por miedo al fracaso en otro lado. A comienzos del milenio, los medicamentos para el VIH/sida eran tan caros que, en los países en desarrollo, se consideraba que el virus era esencialmente una sentencia de muerte. En 2001, Tina Rosenberg escribió una historia para la revista de The New York Times en la que investigaba este problema, pero desde un punto de vista distinto. Analizaba cómo Brasil había reducido considerablemente el precio de los medicamentos para el VIH/sida y cómo estaba manejando el complejo régimen de tratamiento. También presentaba una mirada investigadora que exponía el comportamiento de las compañías farmacéuticas y los funcionarios del gobierno de los Estados Unidos. El artículo de Rosenberg hizo que muchos de los responsables de tomar decisiones cuestionaran los supuestos utilizados en esa época para justificar el alto precio de los medicamentos, y ha sido mencionado como un factor que contribuyó a la creación del Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria.
La campaña “100.000 hogares” intentaba aumentar radicalmente la tasa de colocación de las personas sin hogar de todo el país. En su segundo año, se hizo evidente que la campaña no tenía el ritmo que le permitiría cumplir su objetivo. Entonces sus líderes leyeron un artículo de la columna “Soluciones” de The New York Times acerca de los Resultados Rápidos, una estrategia para estimular a las comunidades a movilizarse y organizarse para alcanzar objetivos audaces en cien días. Los líderes se informaron de los Resultados Rápidos, los adoptaron como estrategia base y los implementaron en comunidades de todo el país. En julio de 2014, anunciaron que la campaña había alcanzado su objetivo de encontrar un hogar para 100.000 personas que vivían en la calle. Los organizadores atribuyen su éxito directamente a su trabajo con los Resultados Rápidos.

Lo que busca reflejar esta imagen con la idea de la “historia completa”, es que uno de los puntos principales del periodismo de solución que plantea esta área tiene como objetivo conseguir una imagen o panorama completo de la situación investigada, y no solo una parte o facción. Se realiza un trabajo completo, a diferencia de otros campos del periodismo que solo se enfocan en el problema.
Si bien, el periodismo clásico informa de una forma totalitaria, esta rama lo que hace es otorgar otro enfoque a una historia ya que investiga en profundidad y hace entender qué, cómo y por qué está funcionando.












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